¿Y con autoridad de qué tipo espera calderón que se le crea más a él que al Chapo? De veras que hay delirios que no cesan.
El régimen que se despide (en lo federal) se basa en una consigna sencilla: todo está a la venta. Lo que les preocupa del régimen morenista no es en primera instancia las políticas públicas de centro‐izquierda que propone, sino que se cambie el lenguaje que se habla en la determinación del gasto público
Proceso ha ya dominado el sutil arte del clickbait. Ahora, nos lo llevan a la portada.
De entre los festejos —siempre folclóricos— de ayer en la cámara de diputados, se asoma la sombra del culto personal hacia el, al parecer, muy buscado jefe máximo.
Alabos personales en vez de reafirmaciones de el proyecto, que cada día queda más amorfo.
Los seis alegres compadres, celebrando ser lo mismo.
Mario Delgado en la cámara de diputados y Ricardo Monreal en el senado… ¿qué pinches entienden por izquierda —y por honestidad— los legisladores de Morena?
Ya logramos lo primero, pero nos falta lo más importante: demostrar que se puede gobernar con el pueblo …
Las canciones de KKB en Bonito Generation representan la conquista de los momentos; el adueñarnos de ellos no como pequeñas ocurrencias en un mundo largo y múltiplemente complejo, sino como momentos totales de la vivencia personal, anegados de nuestra intencionalidad que, por medio de la renuncia a la trascendencia, es capaz de extender el significado del momento presente al significado de todos los momentos, que siempre son uno, que siempre son éste.
La heroicidad del mancerismo en acción.
Cuántas horas, cuántos años sumados hoy en esa sonrisa infantil.
Insaciable, su búsqueda frenética de atar a los usuarios a su página, y a todo lo que representa.
Así que ahora AMLO prometió que no se cancelará ninguno de los contratos otorgados a consecuencia de la reforma energética
. ¿Qué pasó con la revisión de cada uno de ellos? ¿No era ése ya el compromiso con sus ambiciosos defensores que se oponen rabiosamente a su derogación?
Parece que muy alegremente se empiezan a hacer concesiones innecesarias a las élites económicas. ¿Exactamente en qué sentido es alguien que se hizo obscenamente rico con la privatización del patrimonio nacional y la conservación de su carácter monopólico un ejemplo para el mundo? ¿Es parte de la misma estrategia que lo llevó a halagar a Trump?
El ambiente allá arriba, ¿es o tan viciado por la oposición o tan lisonjero que se siente la necesidad de estos gestos, declaraciones…?; mientras las bases sociales permanecen en un silencioso soslayo.
Se necesita una clase especial de mezquindad y arrogancia para convertir al grave problema ecológico y humano del sargazo en algo cuya presencia “afecta a los prestadores de servicios turísticos”.
Con el atentado de ayer, la derecha venezolana es la primera en graduarse de su ofensiva jurídico‐mediática a un golpismo abierto y asesino que además, tendería a influir en los otros países en los que hasta ahora les ha bastado con un golpismo blando para terminar de cerrar la pinza que, con todo, todavía está amenazad con romperse y sacar a sus presidentes forbes que tienen de amigos los mismos gorilas rabiosos de los setentas.
¿Y a qué hora, pues, escucharemos de los demócratas sin adjetivos una condena contra el intento de magnicidio; o de los autonombrados liberales socialdemócratas contra la provocación a una guerra civil en Venezuela?
A pesar de lo que se tenga que discutir y de lo que se esté dejando pendiente o de lado en lo que va de la transición, no se debe olvidar el horror del que tenemos que salir.
Segumiento: “Edomex: echan abajo la reforma a pensiones de empleados públicos”. La Jornada, 2018, dic. 7.
Todavía nadie sabe a qué hora volveremos a escuchar de la cuarta transformación de la República, ya no se diga empezar a discutir su alcance y significado.
Es interesante —por decir lo menos— cómo, en ganando AMLO las elecciones, los grandes medios empezaron a descubrir el endeudamiento masivo, la absurda política de venta de crudo y compra de refinados, las instalaciones sub‐utilizadas, los excesos insaciables de la burocracia dorada, los sueldos y el nepotismo de lujo, y tantos otros males en los que los económicamente responsables —así ellos los han llamado— gobiernos neoliberales nos tienen hundidos.
Muchas reuniones a puerta cerrada con los dueños del capital, mucho Alfonso Romo haciéndola de vice‐presidente; mucha armonía con beneficiarios directos del saqueo neoliberal. Pero pocas plazas públicas, pocos planes de reparación social, poca agenda legislativa.
Claro que es necesaria la armonía y cooperación de los de arriba, claro que es imprescindible evitar una crisis y un secuestro económico à la venezolana… muchas cosas están claras; pero la incertidumbre permanece en cuanto a qué tantas concesiones y de qué clase tendrán los beneficiarios de siempre.
El gobierno próximo no se puede centrar en destinar el erario a la asistencia social en vez de a delirios palaciegos, ni a depender de la buena fe (revocable en cualquier momento) que lleguen mostrar los de arriba: tiene que promover cambios estructurales en cuanto a la legalidad imperante, las costumbres gubernamentales y el modelo económico. Aspectos todos los anteriores que ha estado prácticamente ausentes de las consideraciones de la post‐campaña.
Al mismo tiempo que se dan amenas reuniones con los poderosos, las personas de abajo tienen que hacer filas eternas para entregar un documento; no se diga para conseguir una audiencia. López Obrador prometió una última gira antes de asumir la presidencia precisamente para este fin: esperemos a ver cómo se da.