Sorprende que el Estado mexicano insista en fortalecer una lógica militar que privilegia la muerte de quienes considera “enemigos”, en lugar de reconocer sus garantías individuales, comenzando por el derecho a la vida, planteó la representación en México de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU‐DH).
Ah, ya veo; entonces el problema es que no tienen idea de lo que está pasando.