Elecciones de 2018

Proceso electoral federal mexicano de 2018. Ha comenzado con una cómoda ventaja de Andrés Manuel López Obrador debida al múltiplemente inepto, corrupto, frívolo e indiferente gobierno priísta de Peña; además del mantenimiento e incremento de la violencia criminal respecto del sexenio del espurio Calderón.

La capaña comenzó con AMLO apelando a las cúpulas gubernamentales y políticas con mensajes tranquilizantes para incitarlos a evitar repetir un fraude electoral como en 2006. En los primeros meses de 2018, la confianza de AMLO en una amplia victoria lo ha mostrado más firme en sus posturas y displicente con su estrategia anterior, que todavía se mantiene en lo esencial.

Tras varios vaivenes con las cúpulas empresariales, AMLO optó por ampliar su política económicamente conciliadora y asegurar que no habrá persecuciones judiciales por los crímenes cometidos por sus antecesores en un afán por conseguir que lo dejen gobernar.

El primero de julio (a pesar de campañas de calumnias, intimidaciones masivas y amagos de fraude) López Obrador y Morena se alzaron con una victoria contundente e histórica, con más del 50% de votos para la presidencia y la mayoría en el senado y en las diputaciones.

Se terminó así la era de la dicatablanda neoliberal, y se consiguió el anhelo concreto de más de una docena de años de lucha, y el sueño de movimientos políticos de izquerda que datan de varias décadas.

Hoy hay que ir a las urnas. Podría ser la primera transformación del país que no pasa por las armas; podría ser el establecimiento de una era de verdadera democracia (que nunca ha habido en México); podría ser el comienzo de una era de dignidad y reconocimiento hacia un país visto siempre como un sirviente de quien le llegue al precio.… Pero lo que hoy nos toca es el comienzo.

2018, jul. 1

Se estableció en todo el país una comodidad latricinia, un sexenio de hidalgo cuando los doce años del panismo se habían conformado con un mero saqueo. El robo de los gobernantes pasó de una impunidad silenciosa a un cinismo sonriente: “Sí merezco la abundancia” es el mantra que permea hasta el menor resquicio de la vida pública.

2018, mar. 25

Al final, fue Claudia Sheinbaum. En hora buena: La ciudad no aguantaría otros seis años de camaleonismo.